domingo, 20 de noviembre de 2011

Capítulo 7. Celos

(Gerard)


Estuvimos caminando durante un rato cuando llegamos a un parque, vi a lo lejos un pequeño quiosco donde vendían flores, miré a Frankie que seguía algo serio de vez en cuando, a veces es algo celosillo y tarda en pasársele, así que me acerqué al quiosco y le compré una rosa.
Cuando se la entregué a Frankie me miró sorprendido.
- ¿Para mí? - preguntó.
- ¿Ves por aquí a otro Frankie que sea mi novio y que ame con todo mi corazón? - sonrió y se sonrojó y finalmente aceptó la rosa.
- Gracias.- me dijo y se acercó a mí para besarme y a continuación separarse - Te amo - dijo feliz.
- ¿Entonces si me amas por qué te pones tan celoso y encima de una chica?
- No sé... supongo que no me hago la idea de que solo seas mio...
- Pues solo soy tuyo...
- Espero que nunca nadie cambie esa circunstancia.
- Ya, Frank, en serio, no seas tan celoso, apenas llevamos una semana juntos y ya estás celoso.
Entonces agachó la mirada con cara triste. Creo que me pasé un poco.
- Lo siento - dijo en un susurro.
- No, mi niño, lo siento, creo que me pasé un poco - le dije levantándole la mirada - Mira, hagamos una cosa, vamos a olvidar todo esto que ha pasado y volvamos que con todo esto se nos ha echado la hora de comer. Vamos a mi casa y te prepararé algo de comer. ¿Quieres que te prepare una de las recetas italianas que me enseñó mi abuela? ¿Esas que tanto te gustan?
- Claro - sonrió - me encantaría - contestó ya feliz.


Caminamos de vuelta a casa y cuando llegamos le dije a Frankie que me esperara en el salón mientras yo le preparaba algo especial aparte que podríamos estar tranquilos porque mis padres también se habían marchado al igual que mi hermano.


Le preparé unos rabioli con una salsa especial que me había enseñado mi abuela Elena, amo a mi abuela, voy a verla cada vez puedo, es una persona especial en mi vida, siempre me apoya en todo y siempre me consolaba y en verano en vez de quedarme en casa me iba con ella al menos que mis padres decidieran que hiciéramos un viaje con los padres de Frank.


Cuando la comida estuvo lista la repartí en nuestros platos y la llevé al salón y me senté a comer con Frank.Con todo esto pensé que al final del día llamaría a mi abuela, la extrañaba.


- ¡Qué buena pinta! - dijo Frankie al ver su plato, al probarlo dijo - ¡Gee! ¡Está delicioso!
- ¿De verdad? - pregunté emocionado.
- ¡Claro! Cocinas muy bien - dijo con una cara de felicidad tan grande que me entraron ganas de abrazarlo bien fuerte porque parecía ahora mismo un niño chico.
- Gracias - le respondí y le besé suavemente en los labios. Cuando iba a empezar a comer Frank me detuvo.
- ¡Espera señorito!
- ¿Qué? - pregunté sorprendido.
- ¿Te has lavado las manos para comer?
- Es que el agua, el jabón y yo estamos peleados.
- Pues entonces no comes - y me quitó mi plato para ponerlo al lado suya.
- ¡Eh! ¡Quiero mi comida! - protesté.
- A lavarte las manos guarro.
- Pero...
- Pero nada ¡venga!
- Voy... - dije refunfuñando y me fui a lavar las manos. Cuando bajé de nuevo al salón ya me había puesto mi plato en su sitio- ¡Anda! ¡Mi comida! - dije sorprendido - ¿Ya puedo comer?
- Sí ¿tanto te ha costado ser limpio?
- Bastante.
- Anda... come...
Y el resto de la hora comimos tranquilamente.


Cuando terminamos nos pusimos a ver la tele hasta que anocheció, decidimos no cenar ya que la comida de ese día nos había llenado.


- Amor - me llamó Frankie, estaba sentado encima mía en el sillón mientras veíamos la tele, se giró y me miró a la cara - siento otra vez lo de hoy.
- Bonito, no tienes porque disculparte, fue una reacción y ya está.
- Sí pero no me siento bien... no sé...
- Pues tienes que sentirte bien porque estamos juntos y felices.
- Sí, pero...
Lo silencié con un beso que se prolongó más de la cuenta.
- Pero nada - continué - juntos y felices ¿queda claro?
- Sí.
- Nada va a estropear el mejor momento de mi vida que siempre esperé.
- ¿ Qué momento? - preguntó curioso.
- El de estar con la persona que más amo en este mundo - le respondí con dulzura.
- Te quiero. Gee tengo sueño ¿te importa si me voy yo ya a acostar? - dijo cansado.
- Claro que no, yo enseguida voy, es que antes quería llamar a mi abuela Elena, la extraño, hace tiempo que no hablo con ella.
- Vale, mándale recuerdos míos - me dijo antes de marcharse a la habitación.




SURPRISE! Adivinad quién sube después de tanto tiempo, ¡yo! jajajaja bueno, es que en serio no tengo tiempo y estoy muy agobiada con los estudios, de hecho apenas salgo hasta de mi casa por no decir casi nada, espero volver a tener tiempo de subir. Y sobre todo quería darle esta noche una sorpresita a Shei :) que la quiero mucho :3
XoXo. Cris.