jueves, 31 de marzo de 2011

Capitulo 2. Confusión de sentimientos.

La mañana se me pasó rápida, estuve ayudando a mi madre con la casa, sí estabas desesperado del aburrimiento y no sabía que otra cosa hacer hasta que llegara la hora de recoger a Frankie y a Mikey al instituto. Cuando llegó la hora me monté en el coche y me fuí directo al instituto, añoraba al enano. Llegué cinco minutos antes así que aparqué a la salida y apagué el motor y esperé a que tocara y salieran. Cuando lo ví aparecer no pude evitar que una sonrisa iluminara mi cara, se veía adorable, parecía un niño chico, jodido adorable niño chico. Cuando llegaron, Mikey se sentó en los asientos de atrás y Frank se sentó en el asiento del copiloto al lado mio.
-Hola-me saludó abrazándome con un brazo y después se volvió a sentar en su asiento..
-Hola.-le dije sonriéndole y le fuí directo al grano- El examen.
-Que directo hermanito- me dijo Mikey.
-Sabeis que quiero que acabeis bien el instituto y quiero que aprobeis. Encima de que me preocupo por vosotros¿os quejais?- dije disimulando enfado y crucé los brazos.
-Yo no me he quejado Gee-dijo Frank con cara de bueno, ¿por qué con lo cabroncete que es consigue poner esa cara con esos ojitos?
-Ya lo sé Frankie, yo sé que me quieres mucho y estudias pero Mikey...
-¡Oye!¡Yo también estudio!- se quejó Mikey.
Bueno, vamos a dejar el tema antes de que discutais.-terminó Frank.
Nos reímos un poco. Cuando nos relajamos me puse mis gafas de sol para que este no me molestara mientras conducío de vuelta a casa.
Frank.
En todo el camino aparté la mirada de Gee, mis hormonas me podían cuando se ponía esas gafas...
Creo que él siente algo por mí porque me lo dijo hoy Mikey en clase, me dijo que se comportaba más cariñoso conmigo y que en casa hablaba mucho de mí. Yo intento con todas mis fuerzas no amarlo, no quiero que pase algo y no salga bien y lo pierda y para eso prefiero sufrir siendo solo su amigo y conservar su amistad. En ese momento una lágrima se derramó por mi mejilla pero me la limpié cuanto antes esperando que Gerard no se diera cuenta. Yo estaba mirando por la ventana pero giré la cara hacia él para disimular que estaba bien. Cuando giré la cara me di cuenta de que me estaba mirando.
-¿Qué?-le pregunté.
Él no dijo nada, volvió a posar su mirada al frente.
En un momento llegamos a la puerta de nuestras casas. Cuando bajamos del coche, Mikey se adelantó dejándonos solos a Gee y a mí. Yo iba de camino a mi casa cuando él me detuvo.
-Frank...
Me giré para mirarle.
-Dime Gee...
-Ven aquí.
-¿Cómo...?
-Que vengas, que te acerques.
Me fuí acercando a él pero me acerqué.
-Dime-le dije estando a su lado.
-¿Qué te pasó antes?
-No te entiendo...-le mentí, en verdad si sabía por lo que me estaba preguntando pero no le podía explicar así sin más que me estaba enamorando de él o que creo que ya llevaba enamorado mucho tiempo.
-Te ví llorar.- dijo seriamente- Y quiero saber que te pasaba. Se supone que nos lo contamos todo y no me has dicho que estuvieras mas por algo...
-Yo-Yo...-dije tartamudeando.
-Tú...¿qué?
-No, nada, me tengo que ir Gee, mi madre me estará esperando para comer y si tardo mucho se preocupara...
-No me vengas con excusas, Frank, que ya somos mayores. Frankie ya te lo pido por favor, ¿tú sabes lo que fué verte llorar?¡ Y eres mi mejor amigo!
Y entonces le abracé, a lo mejor eso le hacía distraerse y olvidarse de ese tema en concreto.
Me rodeó con sus brazos aunque no coló.
-Frankie, este truco también me lo sé.- me dijo con una risilla que parecía forzada- Esta tarde vendré a verte y me lo contarás¿vale? Porque si estás mal yo he de saberlo...
-Bueno...
-Pués nos vemos a la tarde.- me dió un beso en la mejilla- Te quiero.
-Yo también-le dije devolviéndole el beso en su mejilla y se fué.

Cap.1:Sentimientos Desenfrenados.

Gerard.
Hola, me llamo Gerard Way y tengo 20 años y vivo en New Jersey con mis padres y mi hermano Mikey. Podría decir muchas cosas de mi vida como por ejemplo que me dedico al dibujo y vendo comics, el salario no es muy bueno pero me va bien. Mi vida sería perfecta pero tengo una complicación, estoy enamorado de mi mejor amigo: Frank Iero o Frankie como me gusta llamarle cariñosamente. Nos conocemos desde que se mudó él aquí con sus padres a los 10 años, él tiene ahora 17 años, todavía le queda este año y el siguiente para terminar el instituto y sé que es lo que él mas desea porque digamos que nunca ha sido muy sociable, a mí me costó y todo hacerme su amigo pero nos empezamos a llevar bien de momento y nunca nos hemos separado y como somos vecinos nuestros padres también son muy amigos y nos hemos ido juntos muchas veces de vacaciones. No sé cuando me empezó a gustar Frank pero si estoy seguro del día en que lo empecé a querer de verda, fué cuando yo tenía 18 años, que fué cuando le confesé que era gay y él me dijo que él también, pero nunca hemos sido algo más que amigos. Nunca he vuelto a ser el mismo desde que abandoné ya el instituto para estudiar Arte y porque dejé solo a Frank ante el peligro del instituto y todos los homófogos que había allí. Menos mal que Mikey iba al mismo instituto aunque no estaba en todas las clases juntos, en las que estaban juntos se sentaban el uno al lado del otro y eso siempre se lo agradeceré a mi hermano.
Frank.
Hola, mi nombre es Frank Iero y tengo 17 años y vivo en New Jersey con mis padres. Mi mejor amigo es Gerard Way o Gee como le llamo yo. Íbamos juntos al instituto desde que me mudé pero me siento solo desde que se graduó y se marchó. Ahora solo estoy con Mikey en algunas clases y en el recreo pero cuando no estoy con él me siento completamente solo. No soy muy sociable que se diga. Gee fué muy amable conmigo cuando me mudé aquí y lo quiero mucho de hecho es mi mejor amigo o yo creo que solo llegamos a eso porque desde que nos confesamos el uno al otro que somos gays me pongo nervioso cada vez que estoy a su lado y no sé por qué. Solo sé que lo último que quiero es perder su amistad.
Son las 7 de la mañana y recién ha sonado el despertador. Fuff hoy es lunes… ¡odio los lunes! Voy al baño a lavarme la cara para espabilarme y bajo a la cocina a desayunar.
-Hola mamá-saludo a mi madre cuando entro en la cocina y le doy un beso en la mejilla.
-Hola hijo ¿te lleva Gerard al instituto no?
-Claro, como siempre, nos acerca a su hermano y a mí.
-Vale. Mándales saludos a sus padres de mi parte.
-Vale mami-me despido de ella, voy a vestirme, cojo la mochila y me voy a casa de los Way.
Gerard.
-¡Mikey! ¡Baja ya que Frank estará al llegar!-le grité para que bajara ya.
-¡Voy!-respondió él y bajó corriendo y en el momento llamaron a la puerta.
Fui a abrir. Frankie. Cuando entró le saludé abrazándole como siempre, olía siempre tan bien que a veces me costaba separarme de él.
-En serio, Gerard, es lunes, me voy a quedar dormido encima tuya-dijo Frankie entre mis brazos.
Me separé riéndome.
-Es verdad, no me acordaba de tu odio a los lunes. Te he echado de menos este fin de semana, no tenía a quien darle la lata, mi hermano también estuvo estudiando.
-Es que tu hermano y yo tenemos hoy un examen importante.
-Ya, ya lo sé. Venga vámonos que sino llegaréis tarde.
Frank.
Y nos montamos en el coche y estuvimos hablando de cosas sin sentido hasta que llegamos a la puerta del instituto.
-Prométanme que aprobareis el examen-nos dijo Gee.
-Sí-dijimos al unísono Mikey y yo.
-Bueno…
Mikey salió del coche, cosa que también iba a hacer yo cuando Gee me llamó.
-¿No te despides de mi, enano?-me preguntó.
Me reí y me dí la vuelta para abrazarle.
-Estas muy raro últimamente.
-¿Por qué?
-Estás más cariñoso que de costumbre.
Gerard.
-¿Y eso es malo? Yo te quiero musho…-le dije con voz finita con lo que él se rió con su voz de niño chico. Amaba su risa.
-Y yo a ti pero me tengo que ir-y salió por la puerta y cuando bajé la ventanilla para verle se volvió a girar-Adiós. Te quiero. Nos vemos luego-Y se fue.
Frank.
Estaba caminando a clase con Mikey cuando le pregunté:
-Mikey ¿le pasa algo a tu hermano?
-No que yo sepa-me respondió confuso-¿Por qué?
-Está muy raro…
-¿Y eso?
-Está muy cariñoso…
-Eso es bueno, es algo cerrado y ser algo más cariñoso le hace bien.
-Bueno…es verdad…le hará bien.
Y terminamos nuestra conversación cuando entramos en clase.
Gerard.
Es superior a mí, cada vez que lo dejo en el instituto tengo unas ganas enorme de abrazarlo y no soltarlo nunca y aparte me pongo celoso porque no puedo evitar que aunque a él no le atraiga, sé que tiene que haber alguna zorra por ahí. Después de que una tal Mandie le tirara los tejos no me fío de ninguna.